Carolina Andújar me impresiona con su talento, su creatividad, su inteligencia y sus conocimientos de causa.
Para crear su vampiresa principal, inicialmente Carolina Andújar retoma el modo de que Bram Stoker creó su Drácula a partir de la figura histórica de Vlad "Drăculea" Țepeș; pero ella no imita Stoker: desarrolla la identificación de la vampiresa Susana Strossner a partir de la Erzsébet Báthory histórica, revelándonos poco a poco que la vampiresa es la propria Báthory pues-muerte. Lo cuanto la identificación de la vampiresa es previsible, depende de los conocimientos históricos, geográficos y vampíricos de cada lector/a.
Y para la primera parte del libro, algo me dice que la autora ha sido victimada por una estadía en un internado suizo. Yo mismo sufrí tres internados suizos durante mi adolescencia, y reconocí los constantes castigos, la represión, la intolerancia con alumnos que se recusan a ser mediocres, y la estupidez de los instructores... jajajajajajajaja
Aún, me gustan autores que como, entre otros, André Vianco, Kizzy Ysatis y Nazarethe Fonseca en Brasil, nos muestran - para no perder mi antigua broma - vampiros reales, auténticos, nos muestran los vampiros como son. En ese contexto, los autores de esas series de la actualidad, tipo Stephanie Meyer etc., describen falsos "vampiros" de un modo que la ley americana llama de "misleading information" y la brasileña de "informação enganosa"...
Resumiendo: ¡con Carolina juntos me arriesgo a detonar algunos de eses dentudos sin vergüenza!
